Hoy, al editor de este blog, le pasaron un comunicado de Casa Acerpa, que está ubicado en San Miguel, cerca del cruce entre La Capri e Higuito, contiguo a la entrada a Los Guido por Casa Cuba.
En dicho comunicado, aparece información sobre la cadena de cafeterías Punto Café, que es administrada por Casa Acerpa, y en la cual, la recaudación de los productos que venden, se destina a ayudar a varias personas que luchan para combatir sus adicciones.
En este blog, vamos a transcribir dicho comunicado de prensa para que los lectores vayan a conocer Punto Café, y de paso, ayuden a varias personas con diversas adicciones:
Con sus dos locales, uno en Desamparados y otro en Rohrmoser, las cafeterías Punto Café desarrollan iniciativa de empresa social que apoya a personas a superar adicciones.
¿Puede un café cambiar la vida de una persona? Para quienes colaboran en las cafeterías Punto Café no hay duda de que la respuesta es afirmativa. Con una visión de emprendimiento social, Punto Café apoya la reincorporación a la sociedad de personas que están superando algún tipo de adicción. Así, las puertas de sus cafeterías son un punto de reinicio para retomar las riendas de su vida con un trabajo en el que pueden poner en práctica lo que han aprendido durante su internamiento en la Asociación Centro de Rehabilitación para el Adicto (Casa ACERPA).
Casa ACERPA, a su vez, utiliza los puntos de venta para generar ingresos para tratar a una población de personas en recuperación de adicciones durante un periodo de internamiento que ronda los 10 meses. Un ejemplo es el caso de Sebastián Salazar, un artista plástico quien ahora cuenta con 41 años y cuyo consumo de sustancias adictivas le llevó a perder la gratificación de expresarse mediante su arte. Sebastián relató cómo sus adicciones lo llevaron al punto de ya no contar con fuerza interior para seguir creando. Como él comenta, nunca dejó de trabajar, pero pasó 10 años sin pintar.
Otro caso es Douglas Ramírez, de 28 años, una persona apoyada por Casa ACERPA luego de que ingresó prácticamente en situación de calle. Hoy, Douglas es Operario de Herramientas y trabaja en una planta de dispositivos médicos. Recientemente se graduó del programa de control de adicciones luego de 5 meses de estabilidad laboral y cuenta con aproximadamente un año de intervención. Douglas señala que durante este acompañamiento “hay que tener disposición para seguir las reglas, olvidar el pasado, perdonarse, mantenerse en resiliencia de la condición que uno tiene y saber pedir ayuda. Lo importante es tomarse en serio, tener cuidado de uno mismo y no cansarse de sentirse bien”.
En este sentido, de acuerdo con Bárbara Sánchez, Asistente Administrativa de Punto Café, la cafetería busca ofrecer un servicio de alta calidad, con una experiencia muy satisfactoria para el cliente y que muestre las capacidades de las personas empleadas. Aldair Abarca, Gerente de Casa ACERPA, señaló que las ganancias generadas por Punto Café van directo a costos operativos de la organización, los cuales, incluyen remunerar a un plantel de profesionales especialistas que brindan asesoría y acompañamiento a la población intervenida. Se trata de un grupo de consejeros en adicciones, trabajadores sociales, profesionales en psicología y expertos en terapia ocupacional que conducen a los adictos en recuperación a través de diversos procesos y los prepara para lidiar con su condición y al mismo tiempo contar con herramientas y capacidades para afrontar su nueva vida tanto durante como posterior a su tratamiento.
En promedio, la atención de cada persona en recuperación ronda los 500 mil colones mensuales, sin embargo, quienes se inscriben al programa de rehabilitación deben cubrir mensualidades de 150 mil colones o reciben becas de un 100%. “Esto indica que, en Casa ACERPA, alrededor del 70% de los recursos de atención provienen de financiamiento externo, donaciones que la organización busca de forma constante e ingresos que logra a través de proyectos como Punto Café”, explicó Abarca.
Una vez que las personas son intervenidas en Casa ACERPA el cambio es visible. Como explica Sebastián, quien dice sentirse influenciado y motivado por artistas como Henri Toulouse Lautrec, Delacroix, Gustav Klimt y Egon Schiele, entre otros, él acaba de iniciar de nuevo su camino como artista plástico para vivir de su arte y de la enseñanza artística, que es su verdadera pasión. Sin embargo, antes de volver a la pintura, Sebastián trabajó y se mantuvo en abstención del consumo de sustancias mientras trabajaba en servicio al cliente dentro de un restaurante en Heredia.
“Ahora entiendo por qué mis adicciones me afectaron tanto. Con las drogas fuertes la satisfacción es inmediata y se pierde la noción del placer en el proceso. Esa gratificación instantánea afecta el cerebro, por eso las drogas son antagónicas a desarrollar procesos y el arte en sí mismo es un proceso”, explica Sebastián, quien señala que una de las cosas más importantes que aprendió en Casa ACERPA fue a ser humilde y depositar confianza en la intervención de la cual estaba formando parte.
“Este modelo de intervención fue muy acertado para mí porque te abordan desde la terapia ocupacional, desde la psicología y el trabajo social. Recibí un tratamiento integral y además me hizo sentirme como una persona libre, pero con responsabilidades y límites y ese orden me gusta”, profundizó el artista.
Douglas, por su parte, ha dado un giro a su vida y hoy tiene sueños y expectativas. “En 5 años me veo independizándome, me veo certificado en redes, hablando inglés y con un mejor ingreso. Pero tampoco pierdo de vista que para lograrlo debo permanecer limpio. Estoy seguro de que lo material vendrá con el esfuerzo, ahora me enfoco más en lo debo hacer para estar bien, me enfoco en lo mental, en la confianza en mí mismo… después de eso, todo va a saliendo en su debido momento cuando uno se esfuerza”, comentó entusiasta.
Punto Café como un espacio de formación y reintroducción social
En la actualidad, en los locales de Punto Café de Desamparados y Rohrmoser, se le brinda empleo directo y remunerado a 9 personas, 3 de producción y 6 dependientes de atención al cliente y preparación de alimentación. Cinco de estas personas están en un proceso de rehabilitación frente a una adicción.
Aparte de los cinco empleados directos de Punto Café, quienes están en rehabilitación en Casa ACERPA, contribuyen con la realización de ciertas tareas en las cafeterías, estos deberes son parte de su proceso de recuperación de los límites y responsabilidades dentro de la sociedad.
Como explica Aldair Abarca, el modelo actual de Casa ACERPA incluye un periodo de formación de dos a tres meses en el que Punto Café es una herramienta de apoyo para que las personas refuercen aprendizajes y herramientas que les ayuden en su desempeño social. Este proceso de capacitación también equipara su currículum con el de otras personas que buscan empleo. Las capacitaciones incluyen el desarrollo de habilidades blandas, liderazgo y servicio al cliente, entre otros aprendizajes.
Para apoyo o donaciones, puede escribir al correo info@casaacerpa.org y visite sus redes sociales como Punto Café en Facebook y en Instagram como puntocafecr
El editor de este blog, en los próximos días, va a visitar el local de Punto Café en San Miguel, para conocer un poco acerca de este negocio que ayuda a muchas personas a combatir sus adicciones, como don Sebastián y don Douglas.
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